Este viernes a las 12, en la plaza de Catalunya, nos hemos juntado miles de personas con el pesar de los muertos y de los heridos, brutalmente atropellados ayer, en la calle más hermosa del mundo: la Rambla de Barcelona.
Entretots
Como una sola persona, como una sola voz, como un solo silencio, hemos recorrido las calles y avanzado hacia la plaza para rendir homenaje a los que ayer, en menos de un trágico segundo, perdieron sus vidas o fueron gravemente heridos.
Hombres, mujeres, niños, hemos caminado Ramblas abajo, siguiendo los pasos de aquellos a los que ayer, el odio y el fanatismo, viajando en una furgoneta blanca, les arrebató la existencia.
Pero allí estábamos todos, para ocupar su puesto, para llenar su espacio, para ser ellos y ellas siempre. Para ser sus risas, sus voces, su mirada. Para que todos nuestros pasos, sean los suyos. Para no olvidarlos.