Me he llevado una gran decepción con las Ramblas de Barcelona. Lo que suponia un lugar romántico para visitar es más bien un lugar sucio, pervertido y lleno de picaros, y entre todo esto hoteles caros. Yo me pregunto quién se atreve a llevar a su novia a uno de ellos entre tantas prostitutas y drogas. Como los politicos no intervengan expropiando y sacando a gente de alli en poco tiempo Barcelona empezará una caida de visitantes como antes del 92. Si Gaudí levantara la cabeza....
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