Soy un ciudadano sacudido por los acontecimientos trágicos causados por la riada de Valencia del 29 de octubre de 2024. He seguido muy de cerca lo sucedido por amigos y familiares que lo han sufrido en sus carnes, y conozco los testimonios de cientos de damnificados que, ante la soledad de los primeros días y su sensación de total abandono, incomprensión y de impotencia, solo han encontrado ánimo y consuelo en las personas que, llevados por un impulso de solidaridad, entrega y compasión ofrecieron su fuerza moral y la fuerza de sus brazos para ayudarlos a soportar tanto sufrimiento.

Siendo así reconocido por las propias víctimas y habiendo despertado la admiración de todas las personas de buen corazón del país, se impone por sí misma la necesidad de un reconocimiento institucional, público y del mayor prestigio a su acción generosa y noble que solo la Fundación Princesa de Asturias puede otorgar.

En nombre de la ciudadanía, insto a la Fundación a que incluya en su lista de candidatos al Premio Princesa de Asturias de la Solidaridad 2025 a los Voluntarios de la riada. Nadie lo merece más. Y el voto sería unánime. Esta demanda emana de un sentimiento de admiración y de justicia que comparte, estén seguros, la Princesa Leonor y la Familia Real.