Los tipos de corrupción son muy diversos, sin embargo, la mayoría de ellos están relacionados con el dinero. Es un delito que corrompe las funciones de la Administración pública y termina contaminado a los sectores cercanos a ella, como los partidos políticos, algunas empresas y diversos sectores sociales.

Esta carta busca poner en evidencia un caso de corrupción sumamente vergonzoso, cuyo protagonista ha sido José Luis Ábalos. Siento la necesidad de escribir sobre ella por una razón muy sencilla: se trata de un socialista con una soberbia y una sonrisa muy particulares.

Cuando en el año 2021, Pedro Sánchez lo echó del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y le ofreció el puesto de Secretario de Organización del PSOE, Ábalos debería haber dimitido de todos sus cargos y pedido perdón. No obstante, rechazó la oferta, dejó de ser diputado del PSOE y se pasó al Grupo Mixto para continuar con su vida impúdica.

Hoy, todos los informes que en su día recibió Sánchez sobre la incomprensible y alocada vida de Ábalos ya están en los juzgados. Ábalos y su sonrisa no solo han perjudicado notablemente al PSOE, sino también a esta izquierda honesta que aún persiste en España.