Me entero, entre asombrado y perplejo, de que en 2025 se está negando la entrada a discotecas a quienes nacimos en los años 70. Al parecer, tener más de 45 años es ahora una indecencia estética. No somos clientes, somos "fuera de perfil". Lo que ocurre aquí no es gerontofobia, es ignorancia con DJ. No quieren adultos, quieren carne fresca sin pasado. No buscan clientes, buscan decorado. Echan al vino viejo para llenar la copa con gaseosa.
Entretots
Se nos veta el acceso, no por viejos, sino por tener memoria, por saber lo que era bailar sin pantallas, sudar sin filtros y ligar sin algoritmos. Nos quieren fuera porque recordamos. Porque nuestra nostalgia no cotiza en TikTok. Pero seguimos bailando, aunque sea en la cocina.
Así que si en la puerta de una discoteca me preguntan la edad, responderé con la verdad: la suficiente para haber vivido y la justa para no pedir permiso.
Firma: un hijo de los 70 con alma de sábado y cadera de vinilo.