La electricidad se produce mediante turbinas que transforman la energía cinética del viento, del agua o del vapor en energía mecánica que una vez producida no puede acumularse, su producción es continua y su consumo debe serlo también, la disfunción técnica puede producirse por defecto o por exceso en ambos procesos o solo en uno de ellos.
Entretots
Refleja exactamente el bucle fatal en el que estamos inmersos, necesitamos absolutamente un recurso energético cuya producción y distribución no sean susceptibles de entrar en el funcionamiento habitual del mercado más o menos competitivo de bienes y servicios, lo que ha incentivado que alrededor de la producción eléctrica se hayan creado los intereses más arteros y egoístas del mercado desregulado y de la propiedad privada acumulable.
Lo habitual es el superávit productivo, lo cual resulta antieconómico: al bajar los precios de la producción merma la inversión, así que se fuerza la escasez para aumentar los precios y asegurar el negocio que dé continuidad a un servicio imprescindible.
Esto mismo pasa en el sistema económico hegemónico: hay más capacidad de producción y acumulación que de reparto a través de salarios directos o indirectos. Podríamos vivir todos dignamente, pero prefieren quemar el excedente en guerras y lujos antes que limitar el crecimiento y repartir la riqueza para alcanzar un grado de dignidad humana suficiente y para no excluir a nadie del mismo.