Cuánto me gustaría que cuando los medios de comunicación se implican tanto en crear corrientes de opinión contra el coche y hablan de estupendas ciudades europeas, lo hicieran también de los transportes públicos de las mismas: de la frecuencia de paso, de las averías "ajenas a nuestra voluntad", de la formación y la cantidad de personal empleado, de vehículos e infraestructuras, etcétera.
Entretots
Todo acaba como siempre: servicios precarios para ahorrar en nóminas y billetes muy caros. A mí me sale más barato ir en coche que en metro al cabo del mes. Díganlo todo.