Los políticos son una lotería. Pocas veces se dará el caso de encontrar a un Mujica o a un Mandela. Da pena. Estados Unidos está por comprar un boleto costoso con poca probabilidad de ganar. Por un lado está Hillary Clinton y las grandes empresas que se beneficiarán seguramente con su elección; por el otro está Donald Trump con la controversia de sus propuestas y su actitud de revoltoso desenfrenado. Ambos cuentan con más del 40% de intención de voto según encuestas. 

Muchos creen que Trump representa un peligro para el mundo, y no lo negaré, pero su intención de neutralizar la influencia que tienen las empresas sobre los políticos, y sus conocimientos sobre finanzas, entre otras cosas, son exactamente las cosas que algunos estadounidenses creen que necesitan.

Hillary Clinton parece ser una mejor opción, pero es, en realidad, la clase de dirigente más común y representa todo de lo que el pueblo estadounidense está cansado.  Ninguna de las opciones garantiza buenos resultados, pero siempre es así, siempre es una lotería esto de la política.