Hacía meses que no presenciaba la típica imagen de incivismo juvenil. Una hermosa plaza del centro de Sant Joan Despí (Barcelona) aparece salpicada casi a diario, más ahora en verano, de basura junto a las papeleras vacías. No será por las barreras arquitectónicas cuando además muchos de ellos apenas alcanzan la mayoría de edad. Y que no me digan aquello de que "si no no habría barrenderos". Por favor. A ver si podemos hablar de nueva normalidad más allá de mascarillas e hidrogeles o trabajar más por menos y hablamos de transporte sostenible, espacios públicos de calidad y civismo del siglo XXI por no hablar de otro tipo de utopías.
Entretots