No podemos decir que el instinto de supervivencia englobe o contenga todos los impulsos. No podemos decir que todo lo hagamos para sobrevivir. De acuerdo, las grandes tramas de corrupción no fueron dirigidas por personas que querían sobrevivir. Lo mismo podemos decir de las grandes obras artísticas.

Tampoco debemos decir que todo lo que hacen los partidos tenga su origen en la necesidad de tener poder o en la necesidad de conservarlo. En resumen, si bien la supervivencia es esencial, los seres humanos también estamos impulsados por la creatividad, la curiosidad, la conexión y la búsqueda de significado.

Si bien la necesidad de tener poder es esencial, los partidos tienen otras motivaciones. Por ejemplo, ejecutar un plan en beneficio de la gente pensando más o menos en los de abajo. Más la izquierda, y menos la derecha. Y siguiendo con esa necesidad de sobrevivir de los seres humanos y de tener poder de los partidos, ¡ostras!... ¡Lo que han llegado a hacer las personas de derechas -cada uno desde su lugar- para derribar al Gobierno de Sánchez!