El pasado mes de octubre se estrenó en España la película Joker con un gran éxito. Tanto que, los días siguientes al estreno, no hacía más que escuchar comentarios de amigos míos diciéndome que tenía que ir a verla sí o sí, que los efectos, la banda sonora y la dirección de arte eran espectaculares. Así que una tarde me animé y fui a verla.
Entretots
En efecto, mis amigos tenían razón; la película valía la pena. De todos modos, salí del cine un poco extrañada, pues nadie me había comentado lo más importante, lo que para mí fue la esencia de la película.
El filme nos enseña una valiosa lección: que hay que tener en consideración a las personas que sufren enfermedades mentales, que muchas veces son ignoradas por la sociedad. Pues como dice el propio Joker, "lo peor de tener una enfermedad mental es que la gente espera que te comportes como si no la tuvieras".