Llegar a Nueva York con la dirección de algunos de sus restaurantes más interesantes y sabiendo lo que acontecerá en el Carnegie Hall y en Lincoln Center ayuda mucho.
Entretots
No obstante, en NY dejarse llevar por el acontecer espontáneo también funciona. A veces, por culpa del cambio horario, me encuentro en medio de Manhattan muy temprano sin saber exactamente lo que hacer y, de pronto, observo agradecido como la luz del amanecer remarca sutilmente los perfiles de sus hermosos rascacielos.
NY, a partir de las 7h., empieza a rugir y, después de recorrerla sin dirección previa, decido sustituir el café con leche tradicional por una sopa vegetal. Me la sirvo yo mismo en un pequeño bar mejicano y me alegra que esté muy caliente ya que en la calle hace mucho frío. Al salir compruebo que el número de peatones y coches ha aumentado.
Este crecimiento se nota mucho delante de la Central Station en la calle 42. Esta estación tiene allí una de sus salidas al exterior; por ella se incorporan a la gran manzana muchos ciudadanos que viven fuera de Manhattan. La mayoría de ellos se dirigen al trabajo y, después, al mediodía, cuando salgan a comer, podrán degustar lo que les apetezca: en NY, definitivamente, hay de todo.