Mientras la bronca política sobre la fecha para celebrar la llegada de las libertades a nuestro país sigue subiendo de tono, y tras escuchar y leer tantas sandeces, me parece importante decir algo al respecto. Lo primero que debemos reconocer es que los seres humanos tenemos la tendencia de celebrar hechos concretos que ocurrieron en fechas específicas: el aniversario de nuestra boda, nuestro nacimiento…
Entretots
Pero, en otras ocasiones, conmemoramos eventos distintos: unas olimpiadas o el viaje de final de carrera. Es decir, hay sucesos que se marcan en un momento puntual y otros que abarcan semanas, meses o incluso años. Conmemorar 50 años de democracia en el año 2025 pertenece al segundo grupo.
No se trata de celebrar un acontecimiento puntual (elecciones libres en 1977, aprobación de la Constitución en 1978), sino de reconocer algo que se fue gestando a lo largo de muchos años. Sin embargo -y aquí radica algo sustancial-, todos estos acontecimientos extensos tienen un origen.
Las olimpiadas comienzan con su inauguración; el viaje de final de carrera empieza con el vuelo hacia el destino y los "50 años de España en libertad" se iniciaron, sin duda alguna, el 20 de noviembre de 1975: la fecha en que murió Franco. Aquel día supimos que se abría una nueva etapa en nuestra historia: el germen de la libertad y la esperanza empezó a florecer en nuestro país. Calificar como un acto de necrofobia la elección de esta fecha como el inicio de nuestra historia democrática me parece, como dice la expresión: "buscarle tres pies al gato".