En esta carta voy a exponer algunas razones de por qué no se celebra el Día del orgullo heterosexual.

Ser hetero es un privilegio. Ser hetero nunca fue ilegal. Nadie ha sido expulsado de su casa por ser heterosexual. Nunca nadie ha ido a prisión por ser hetero. Nadie necesita asumir su heterosexualidad. Nadie se opone al matrimonio heterosexual. No existen terapias de conversión para ser hetero.

Nadie ha sido asesinado por ser hetero. Siempre se han visto bien las muestras de afecto heterosexual. Nunca se pregunta a un hetero si está pasando una fase. Nadie ha sufrido 'bullying' por ser hetero. No se existen políticos que luchen por suprimir los derechos de los heterosexuales.

Por todos estos motivos no es necesario qué se celebre un orgullo heterosexual.