El día 8 de abril se celebra el Día Internacional de los Gitanos, ese pueblo errante, y para algunos maldito, que hace 600 años que llegó a España. Ellos fueron migrantes mucho antes de que existieran lo migrantes. Y así es su bandera, con el azul del cielo, el verde del campo y una rueda que grita libertad.
Entretots
Su origen se halla en los pueblos que habitaban el noroeste de la India, en las regiones se Punjab y Sinth, y que en el siglo IX se vieron obligados a migrar hacia el oeste, ante la llegada del Islam.
Han pasado muchos siglos y han llegado a muchos países. Pero no podemos olvidar que durante la Segunda Guerra Mundial se les intentó exterminar como a una simple plaga de insectos, que no encajaba en la idea de pureza racial. Y se asesinó a casi medio millón de romaníes.
'Gelem gelem' (Anduve, anduve), dice su himno. Y andando con sus pocas posesiones llegaron a nuestro país en 1425. El pueblo gitano mantiene su identidad, su cultura y su lengua. Y hay opiniones contrarias a ellos, en esta España, a veces ingrata, cómo el: "Yo no soy racista, pero...", o el "No se quieren adaptar".
Pero ahora, los padres dan educación y cultura a sus hijos e hijas, y hay muchos jóvenes que van a la universidad. Para todos ellos reclamo la igualdad de oportunidades. Especialmente en estos tiempos en que retornan espectros del pasado.
No puedo dejar de admirar su fidelidad a sí mismos, a sus raíces y costumbres. Y, sobre todo, su voluntad de salirse de los clichés en los que los habíamos encasillado.