El festival musical mas seguido en el continente europeo organizado durante muchos años por la Unión Europea Radiodifusión (UER) ha caído en una decadencia sin precedentes, blanqueando con todo descaro a un Estado que está perpretando un genocidio como es Israel, y lo más indignante es que la UER ha amenazado a RTVE, que desde aquí felicito por su valentía, y ha representado dignamente a España.
Entretots
Esto es la España a la que amar y de la que sentir orgullo, lo digo por algunos supuestos patriotas. Amenazó con una «multa punitiva» si durante la retransmisión de la final se hacían comentarios sobre la masacre perpetrada por el ejército israelí en Gaza.
Esta decisión es un castigo a quienes informan sobre violaciones de derechos humanos, mientras no se penaliza a países responsables de dichos actos, se escudan en que dicen que es un festival apolítico, y además no se habla aquí de hacer apología partidista de ningún partido, aquí se habla de defender el respeto a los derechos humanos fundamentales que un estado participante esta violando flagrantemente.
Además, la UER usa un doble rasero de medir, si bien no ha dejado participar a Rusia por la invasión a Ucrania, pero sí dejan participar a Israel. Hipocresía y doble rasero de medir, y luego se escudan que es un festival apolítico, pero sin embargo patrocina el festival una empresa israelí en la que participa además el Gobierno de Netanyahu.
España debería plantearse si participa en el Festival el próximo año. Todo mi apoyo a Melody, que tuvo una excelente actuación y fue muy aplaudida, una gran cantante además. Sin embargo quedó de las últimas, otra muestra de la falta de transparencia y la manipulación de los votos, sobre todo el sistema de televoto en el que cualquiera, pagando, puede alterar el resultado, que facilitó que Israel logrará el segundo puesto. Y, por supuesto, la derecha y ultraderecha española dando la nota y animando a votar por Israel. Eurovisión apesta a hipocresía.