El único gran acuerdo en la Cumbre sobre el clima en París del 2015 fue que los gobiernos y los inversores privados recaudarían más de 200.000 millones de dólares para buscar alternativas al calentamiento global. Este capital servirá como coartada para el COP21 y para lavar la apariencia en la lucha nunca iniciada contra el cambio climático; conformándose con limitar la subida de la temperatura global a 2ºC sobre los niveles preindustriales, haciendo un esfuerzo añadido, si fuera necesario, para intentar que no aumente más de 1,5ºC hasta el año 2100.
Entretots
Volvemos a caer en lo obvio, todos los problemas se solucionan gastando más dinero, abriendo nuevos mercados, para nuevas tecnologías y para nuevos métodos de gestión más eficaz. Pero en este asunto, más que en cualquier otro relativo a la salud de nuestro planeta, el único remedio es reducir el consumo de agua, de suelo, de madera, de carne, de energía; valorar las materias primas no por el precio de extracción sino por el de reposición; y limitar la acumulación de riqueza individual y de grupos para que todos podamos acceder a ese bienestar mínimo que garantiza la dignidad humana, sin poner en riesgo la sostenibilidad de la Tierra, como entramado vital en un equilibrio absolutamente precario.