Quiero hablar del caso Chumi. No se entiende que en un equipo de primera línia como el Barça, de Bartomeu, no se prevea evitar debates y polémicas absurdas con la alineación de un jugador irrelevante del B sancionado por una quinta amarilla. Con mayor gravedad si cabe con el antecedente de advertencia que suponía la alineación indebida en Copa del Real Madrid y que supuso su expulsión del torneo, por ello en este caso no tiene perdón el responsable de turno.

Está visto que la previsión y la prevención del principal equipo de nuestra ciudad, actualmente en manos tristemente de la directiva de Josep Maria Bartomeu, brilla por su ausencia. Además tampoco es que esta actual directiva se haya precisamente caracterizado por defender a ultranza los intereses de esta institución deportiva catalana, ni tampoco de su entorno político y social.

Más bien todo lo contrario. Sus acciones siempre han sido muy muy tímidas incluso ante organismos federativos y en los despachos (españoles y/o internacionales), prevaleciendo ante todo su supervivencia en el cargo, pasara lo que pasara (pretendiendo incluso ignorar imputaciones judiciales). Esta desidia organitzativa puede dar y en muchos momentos da carnaza a ciertos sectores contrarios a los éxitos azulgranas y más en el país que estamos.

Por tanto, el presidente Bartomeu debería estar más por la labor y no permitir que se juegue así con el primer equipo, dado que muchos de los socios de "su" club hacen un esfuerzo económico importante para mantenerse como socio de la entidad y defender así al equipo de sus amores.

Por eso podemos afirmar acertivamente que en muchas ocasiones este actual presidente, a estos socios no los tiene en cuenta. Bartomeu debió dimitir hace ya mucho tiempo, porque con el primer equipo no se juega...