"¿Hasta cuándo abusarás de nuestra paciencia?", espetó Cicerón a Catilina ante la amenaza que ponía en jaque a la República. Hoy, esa misma pregunta resuena con fuerza en España miles de años después, donde la corrupción, el abuso constante de poder y la falta de un liderazgo claro erosionan la confianza ciudadana.
Entretots
No se trata solo de escándalos: la opacidad, la arrogancia institucional y la ausencia de rumbo apartan a los gobernantes del pueblo que deberían representar. Gobernar exige más que autoridad: requiere responsabilidad, ejemplaridad y un compromiso firme con la transparencia y la verdad.
En tiempos de crisis económica, desigualdad y desafección política, estas son condiciones innegociables. Si el poder pierde contacto con su pueblo, se condena a sí mismo. La democracia no es un privilegio, sino un pacto que no admite desgaste ni abuso.