Probablemente haya quien pueda pensar que los animales no tienen derechos, pero al menos no podrá negar que, igual que no se debe maltratar el mobiliario urbano, con mayor motivo no se debe maltratar a un ser vivo. Por tanto carece de cualquier justificación moral celebrar un espectáculo donde se explota y causa sufrimiento a un animal. Todo el que se haya acercado a un circo se habrá espeluznado al ver tigres, leones, elefantes y otras fieras, alejados de su entorno natural, encerrados en jaulas en condiciones lamentables.

Es nuestra obligación dar el cerrojazo a este oscuro pasado para erigir un futuro mejor. En este sentido, Cirque du Soleil y otros, han apostado por divertir sin animales. El Ayuntamiento de Madrid aprobó el pasado 29 de emero prohibir los circos con animales, contribuyendo a forjar una sociedad más ética al renovar la vida moral de los ciudadanos. En poco tiempo nos parecerá increíble que en el pasado fuera legal usarlos como negocio y pasatiempo. Es un acto de justicia, mucho tiempo esperado, que hoy verá la luz.