Hace 35 años, Clint Eastwood se convirtió en alcalde de Carmel by the Sea, un pueblo al que llegó como turista. Ese enclave californiano de 3.700 habitantes, rodeado de playas y de un entorno natural rico y variado empezó a tener algunos problemas con la delincuencia en los años 80, algo que empujó a Charlotte Townsend a presentarse a la alcaldía para intentar ponerles freno. Charlotte era entonces una mujer de 57 años licenciada en la Universidad Stanford en Lenguas y Literatura Extranjeras, que había vivido y estudiado en Europa, servido al Ejército de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial y vivido en Hawái mientras estuvo casada. Tras su separación, volvió a su pueblo y enseguida empezó a trabajar por la comunidad: primero, en la Biblioteca Pública, luego en entidades relacionadas con la conservación del medio ambiente y también dando clases en varios centros de enseñanza pública de Carmel. Al ser un pueblo pequeño, algunas de esas de esas tareas ni siquiera las cobraba.
Los veraneantes
No son solo quienes llegan procedentes de la televisión o los teatros hasta un escaño, sino quienes confunden la militancia con hacer política y buscan un programa en la televisión
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