La vejez abarca una amplia variedad de parámetros, pero tiene un hecho innegable: es la última etapa de nuestra existencia. Junto a este acontecimiento irrefutable, las variantes son innumerables. Algunos 'seniors' practican deportes con entusiasmo, mientras que otros enfrentan dificultades para moverse; muchos disfrutan viajando constantemente, mientras que otros prefieren no salir de su barrio.

Las diferencias entre las personas mayores son tan diversas y variadas como las que se observan entre estudiantes de institutos y universidades, o entre niños y niñas en cualquier guardería. Sin embargo, estas otras etapas de la vida suelen ser más sencillas de transitar, ya que cuentan con códigos claramente definidos.

Los primeros 25 años suelen dedicarse a la formación y los siguientes 40 al trabajo. Hoy en día, al vivir más años que en el pasado, la vejez puede extenderse durante mucho tiempo. En esta etapa, la libertad de acción es absoluta y, por lo tanto, la manera de vivirla depende de cada persona. El cómo envejecemos es un desafío que depende, en gran medida, de cada uno de nosotros.

Como alguien que lleva varios años siendo un anciano, me atrevo a dar un único consejo: debemos fomentar la creatividad y no hay que aislarse.