Recientemente, visité una exposición en Cosmocaixa. Me dejó, literalmente, sin cobertura. En ella se mostraba una cifra alarmante: en España se desechan 38 teléfonos inteligentes por minuto. Sí, mientras usted termina de leer esta carta, se habrán tirado más de cien.

Esto equivale a desechar cada año 680 kg de oro, 7.000 kg de plata y 320.000 kg de cobre. Según la propia exposición, al ritmo actual, solo nos quedan 12 años de reservas de oro, 22 de plata y 32 de cobre. En los Juegos Olimpicos de Doha (2036) las medallas de oro serán de chocolate o de oro reciclado.

Vivimos atrapados en la lógica de la obsolescencia programada, los planes Renove, la necesidad de las últimas versiones y otras casuísticas que favorecen el cambio rápido de terminal, aunque funcione. Pero recuerden que, al ritmo actual, sin reciclar ni reutilizar y cambiando de móvil como de ropa interior, dentro de poco ni siquiera habrá oro suficiente para el emoji de la medalla olímpica.