Dice el refrán que mal acaba lo que mal empieza y eso es lo que le ha sucedido al RCD Espanyol de Barcelona.
Entretots
Un equipo que durante varias temporadas tenía definido un estilo de juego no puede cambiarlo por otro distinto, que no es mejor ni peor que el anterior, según el criterio de Diego Martínez, sin tener los recambios necesarios.
Esto es mala planificación deportiva y no gastar el dinero necesario para que todo funcione... Inversión insuficiente y ventas nefastas.
Una dirección empresarial nefasta con un CEO que no se entera, un Director Técnico que no está a la altura, un equipo perdido en el campo de juego que corre como pollo sin cabeza y un mar de lesiones musculares.
Al entrenador que solo vendía humo lo despidieron demasiado tarde. El entrenador nuevo, sin experiencia profesional, que al menos intentó dar sentido al juego del equipo, no pudo hacer mucho cuando defensivamente se hace aguas.
Con este bagaje difícilmente se puede salir a flote y las pocas esperanzas de sobrevivir las truncó un Colegio de Árbitros que para nosotros han sido verdugos, una Liga Profesional que más bien parece "la cosa nostra" y otros interesados espúreos.
Volveremos de nuevo, aunque les pese a los de siempre (me refiero a determinados clubs, institución públicas, a la prensa...).
Un abrazo solidario a todos los pericos.