Según el diccionario, un mal perdedor/a es aquella persona que no puede disimular su rabia cuando pierde y que además no es capaz de aplaudir o reconocer el triunfo de su competidor o contrincante. Así definiría actualmente a algunos de nuestros políticos catalanes.
Entretots
Unos hablan de "españolizar" sin explicar muy bien qué entienden por eso y otros favorecen que presida la Mesa del Parlament alguien con quien solo comparten un cansino monotema: la independencia de Catalunya como solución a todos nuestros problemas. A pesar de que las urnas han dicho claramente otra cosa, unos por ego y otros en forma de rabieta, se empeñan en mantener monopolizada la política alrededor de su causa.
Me planteo realmente de qué sirve votar si luego van a hacer con nuestros votos lo que les plazca. Sanidad, educación, vivienda…, esos temas sin importancia que preocupan a sus votantes pasan otra vez a un segundo término y como en el 'día de la marmota', nos despertamos de nuevo con la sensación de que nada ha cambiado.