Como en todo país turístico, los precios que se cobran a los locales son internacionales y eso está bien. Pero los locales deberíamos disfrutar de importantes descuentos (del 30% o el 40%) en transportes, espectáculos, bares, restaurantes, etcétera.
Es la única forma de evitar que solo los turistas disfruten de la ciudad, que por cuestión de precios se convierte en un parque temático.
La otra opción es que los locales cobremos como figurantes, cosa que resulta bastante denigrante.