Ya son seis los meses que hace que no me ingresan la nómina de manera puntual. Al principio, eran ocho o nueve días de retraso, luego pasaron a ser 17, y cobré el mes de enero (último cobrado) el pasado 1 de marzo. Trabajo en un instituto privado y como yo, muchos de mis compañeros se ven afectados por estos retrasos.
Entretots
Hemos denunciado los hechos ante Inspección de Trabajo, los alumnos y padres han interpuesto quejas en el Departament d' Educació, y hemos presentado hasta demandas judiciales. ¿Y sabéis qué no ha pasado? Obtener respuesta por parte de la Administración. Nada. Solo tiempo y más tiempo para una persona que, a sabiendas de que no tiene dinero para pagar, sigue ahogando cada día a más a profesores y demás personal del centro.
Pero, ¿sabéis qué sí ha pasado? Que mi compañero Xavi pudo pagar el alquiler de su piso y los hijos de Blanca pudieron tener regalos de Reyes porque los que pudieron ayudaron a los que no llegaban. La única respuesta que encontramos fue la que nosotros mismos nos pudimos dar.
Me siento atrapada y triste ante un sistema que permite que los trabajadores puedan estar sin cobrar. Tres meses rezan las últimas noticias, tres meses sin sueldo para que el trabajador pueda rescindir el contrato. No sé cuántos son los que pueden permitirse tres meses sin cobrar. Lo que sí sé son los nombres de algunos de los que no podemos.