El otro día estaba en el tren cuando me di cuenta de que todos los asientos reservados -para mujeres embarazadas, personas con algún tipo de minusvalía y personas de la tercera edad- estaban ocupados por un grupo de jóvenes que no levantaban la cabeza de una minúscula pantalla.
Entretots
Fue entonces cuando llegó un señor mayor y se posicionó enfrente de ellos, pero hicieron caso omiso de su presencia siguiendo en su mundo digital. ¿A qué punto hemos llegado? ¿Tenemos respeto por los demás? ¿Es mala educación o dependencia digital?