Tener acceso a productos de primera necesidad no debería de ser un privilegio, y cuando se trata de tampones y compresas, productos esenciales que necesita más de la mitad de la población, aún menos.
Entretots
Ser mujer y tener la regla sale caro. La tasa rosa (la discriminación que sufren todas las mujeres al pagar un precio extra por los productos destinados al público femenino en comparación con aquellos de las mismas prestaciones y características destinados a hombres) acompaña en nuestras compras mensuales y parece que los productos de higiene femenina sean una opción de lujo, no un derecho.
Tanto tampones como compresas, deberían ser completamente gratuitos en todo el país, así como estar disponibles en todos los baños públicos o privados.