Últimamente, Barcelona es el centro de atención en el mundo por diferentes motivos, y en la actualidad hay dos frentes abiertos que están creando polémica entre los ciudadanos, como por ejemplo la implantación de las zonas de bajas emisiones y ahora los cambios tarifarios de las tarjetas de transporte público, y en concreto la T-Casual.

En mi opinión es una decisión poco acertada, no lo digo por el precio sino por ser unipersonal, lo que obliga a llevar cada miembro de la familia una tarjeta, pues si lo que quieren es potenciar el uso del transporte público con esta medida no lo van a conseguir. En mi caso, que vivo en la zona metropolitana, ya pagamos un impuesto a la EMT desde hace años.

Con la T-10 consiguieron que dejara mi moto y coche en favor de la tarjeta, pero ahora con la T-Casual volveré a utilizar la moto, también quedarán atrás los paseos por Barcelona, el ocio y la hostelería, etcétera. Ya no me motiva ir a Barcelona después de los últimos cambios discriminatorios hacia los que no utilizamos el transporte público a diario, pues quédense con su Barcelona.

Espero que algún día se den cuenta del mal que están haciendo a esta ciudad tan emblemática y admirada en el mundo, y todo por el afán de recaudar, ya que la T-10, hasta ahora, es una tarjeta que va muy bien como multipersonal ya que no por compartirla nos regalan nada, mientras más se comparte antes se acaba y compramos otra.