Soy un 'babyboomer', nacido en 1962, y a punto de jubilarme. Al ver cómo se atacó a un joven en un foro por cuestionar las pensiones, sentí que pudo fallarle la forma, pero no el fondo. Tenía razón: el sistema no se sostiene.
Entretots
Hoy, los pensionistas cobramos más de lo que cotizamos. Una pensión máxima ronda los 3.200 euros brutos al mes, lo que supone casi un millón de euros en 25 años. Incluso cotizando al máximo, se habrán aportado unos 600.000 euros. El resto lo pagan los jóvenes, cada mes, con salarios más bajos que nuestras pensiones mínimas.
Además, somos de los pensionistas más privilegiados de Europa, tanto en términos relativos como casi nominales. Mientras tanto, la llamada "generación estafada", nacidos entre 1985 y 1999, pagará las pensiones más altas de la historia y muchos de ellos no tendrán pensión alguna. O se la ajustarán a los 75 años o más. Lo saben. Y callan porque no tienen margen para más.
Cuando nació este sistema, había seis trabajadores por cada pensionista. Hoy, hay menos de dos. No hay matemática posible que lo salve sin una reforma profunda. Nos vendieron una promesa que ya no es viable. Y ahora intentamos vendérsela a nuestros hijos.
Esto es una bomba de relojería que solo estamos aplazando. Si no decimos la verdad, y no actuamos ahora, estallará en sus manos. Y será responsabilidad nuestra.