Hoy en día, muchas personas tienen problemas para dormir porque antes de irse a dormir están con el teléfono móvil. Esto es un grave error y algunos creen que los teléfonos y otros aparatos electrónicos son la causa principal de que tengamos problemas para dormir.

Los teléfonos pueden perturbar nuestro sueño de diferentes maneras. En primer lugar, cuando lo utilizamos antes de acostarnos, la luz brillante de la pantalla puede dificultar que nuestro cerebro reconozca que es la hora de dormir. Nuestro cerebro produce una hormona llamada melatonina que nos ayuda a dormir, pero la luz de los teléfonos puede impedir que nuestro cerebro produzca suficiente melatonina. Esto nos dificulta conciliar el sueño y puede hacer que este sea menos reparador.

En segundo lugar, utilizar el teléfono antes de acostarnos también puede mantener nuestra mente activa. Cuando consultamos nuestros mensajes o vemos vídeos, el cerebro se mantiene ocupado, lo que puede hacer que sea más difícil relajarse y desconectar antes de dormir.

Es importante dejar de mirar una pantalla antes de irnos a dormir. Asimismo, los teléfonos pueden ser realmente adictivos. Puede que planeemos consultar solo un mensaje o ver un vídeo corto, pero luego acabamos pasando mucho más tiempo del que pretendíamos.

Por supuesto, los teléfonos no son la única razón por la que la gente tiene problemas para dormir. El estrés, el cansancio, los somníferos, la cena, la cafeína y los ambientes ruidosos también pueden influir. Pero los teléfonos son una parte importante de la vida de muchas personas y pueden empeorar los problemas de sueño. Una buena idea sería limitar el uso de estos.