Con el encendido de las luces que adornan las calles y comercios de la ciudad, hemos entrado de lleno en el tiempo de Navidad. Cualquier celebración tiene un por qué, ya sea una boda, un cumpleaños, un final de estudios y muchas más razones para celebrar. Pero en las fiestas de Navidad, ¿sabemos cuál es el motivo para ello?

Con la ausencia de los símbolos tradicionales de la Navidad, como son el Belén, villancicos..., que antes se veían por todas partes, muchos no sabrían decir cuál es el verdadero sentido de la fiesta, que no es otro que la conmemoración del nacimiento de Jesucristo hace más de 2000 años, y que marcó un antes y un después en la historia de la humanidad.

Se ha difuminado el sentido religioso con figuras de Papá Noel y paisajes nevados, trineos, renos y ramitos de la suerte. No se trata de imponer creencias, solamente reconocer y respetar verdades de gran trascendencia histórica.