Dolores Agenjo, la única directora entre el total de los directores de los centros que intervinieron en el 9-N que se negó a abrir su instituto, el 'Institut Pedraforca de Hospitalet', para que los ciudadanos pudieran otorgar su voto, ha osado escribir un libro que lleva por título '¡SOS! Secuestrados por el Nacionalismo'. La portada está ilustrada con una imagen con medio rostro de una mujer, que muestra la boca tapada con un esparadrapo con los colores de la bandera catalana.

Habría que preguntarse ¿quienes supuestamente son objeto, o lo han sido, de un posible secuestro por parte del nacionalismo? y se me ocurren algunos ejemplos:

¿El 99.9% de los directores que libremente cedieron las llaves para que la ciudadanía pudiera votar y la totalidad de los voluntarios que se brindaron para colaborar por la causa?

¿Los 2,3 millones de personas que ejercieron su voto ese día y todos aquellos que votaron opciones independentistas en las últimas elecciones autonómicas, así como los centenares de miles de catalanes que se manifiestan cada 11 de Setembre para defender la libertad de un pueblo a elegir su futuro político?

¿O Toni Martín, que ocupa un cargo del PP en Andalucía que, en su viaje este pasado enero a Catalunya se quedó con la sensación de 'ser un gilipollas' al creerse los tópicos y las falacias sobre los catalanes buscando a alguien que, al darle los 'Buenos días' le contestara en catalán o le pusiera cara de asco?

¿O yo mismo, que tuve la oportunidad de vivir parte de la etapa de la dictadura franquista en la que no me permitían hablar el catalán en la escuela, ni en ningún estamento oficial, que me hacían cantar el 'Cara el sol' y que me obligaban a estudiar una asignatura que se denominaba 'Formación del Espiritu Nacional'? Ese sí que era un nacionalismo recalcitrante y secuestrador de las libertades.

Seamos serios, dejemos de utilizar las mentiras y la demagogia para denigrar e intentar neutralizar un movimiento cívico pacífico y democrático. Dolores Agenjo sabe perfectamente que este libro solo va a engañar a la gente que quiere dejarse engañar o a personas de algunos rincones de España que desconocen la verdadera  realidad de lo que ocurre en Catalunya.