Cuando hablamos de emergencias, solemos pensar en enfermedades físicas, pero la salud mental también lo es. En España, los trastornos como la ansiedad y la depresión van en aumento, especialmente entre los jóvenes. Sin embargo, las políticas públicas siguen sin dar respuesta a esta crisis: las consultas están saturadas, los tiempos de espera son interminables, y muchos abandonan sus tratamientos por falta de recursos.
Entretots
Este problema no solo afecta al bienestar individual, sino a toda la sociedad. La falta de atención lleva a problemas en el rendimiento académico, el empleo y la vida familiar, y en los casos más graves, al suicidio. Además, el estigma que rodea a los trastornos mentales agrava la situación, haciendo que quienes sufren se sientan aislados.
Es hora de que el Gobierno actúe, priorizando políticas públicas que garanticen acceso real a la atención psicológica y fomenten un cambio cultural para romper con el tabú. La salud mental es vital, y como sociedad, debemos cuidar a los que son más vulnerables.