En Barcelona, hasta el Clot, el ferrocarril está cubierto de forma sensata e inteligente. No se nota por donde circulan los trenes, ya que la calle Aragón no se convirtió en una 'costura o cordillera' que separara los dos lados.

Pero vino la estación del Ave de la Sagrera. Todos los responsables del proyecto se pusieron de acuerdo para hacer una obra que siempre se recordara, que siempre se viera y estorbara al acercamiento entre barrios. La Sagrera y Sant Martí seguirían para siempre separados; antes por las vías del tren, ahora por una 'cordillera' o 'costurón', rematada por el jardín más largo de Europa.

La estación de Sant Andreu forma parte de ese proyecto. Antes se accedía a ella directamente desde la calle, ahora que funciona en su nuevo estado, (la han elevado y la han puesto encima del cubrimiento de las vías) para utilizar la estación primero habrás de subir a ella, después has de bajar a los andenes. En uno y otro caso tendrás que utilizar rampas o escaleras y ascensores. Con elevadores averiados, las personas con limitaciones puede que no puedan viajar.

Nos 'vendieron' esta obra como un logro para acercar barrios y personas, pero no van por ahí las intenciones. porque no han cubierto las vías con inteligencia. Ahora recurrirán a puentes como el Pont del Treball, que necesitan al menos 200 o 300 metros en desvío para suavizar la pendiente.