Durante estos últimos días me he dedicado a ver y analizar programas informativos de televisión para hacer un estudio sobre redacción periodística. Una de las principales conclusiones que he sacado es que la televisión actual en España peca de información caótica y de difusión de informaciones efímeras, superficiales y sensacionalistas.
Entretots
Los magacines y las tertulias son formatos baratos que rellenan muchas horas de pantalla y tienen audiencia. Sin embargo, ¿cómo es posible realizar diariamente un espacio de calidad informativa que dure cuatro horas? Sencillamente, no lo es. Los programas se rellenan empleando el morbo y la sobreexcitación, sin información veraz ni precisa. Se abusa de las imágenes y del audio para lograr un mayor efecto dramático, pero no se busca aportar información ni contenido real. Esta técnica explotada tanto por los magacines de actualidad general como por los de política y deportes no se rige en absoluto por el código deontológico periodístico.
Me preocupa el nocivo efecto que pueda tener este ruido y caos en las informaciones. Parece que se ha olvidado el importante deber social que tiene el periodismo.