La carta que la señora Agnès Marquès escribe en su artículo, dirigida a las hijas de la condenada Rosa Peral, me ha parecido muy buena y enternecedora. Un hecho muy reciente todavía, que ha llenado artículos, programas de televisión, documentales y ahora serie (no la he visto) nos tiene que hacer pensar en la protección, en las consecuencias que pueda tener para unas niñas pequeñas, menores de edad, que se airee todo el asunto.
Entretots
Pero señora Marquès, debería haber incluido también a otra víctima, el hijo de la persona asesinada, para no alimentar a todos los que no creen en la violencia de género y se mofan de la lucha feminista; aunque estará usted de acuerdo conmigo que a estos cavernícolas ningún argumento les hará cambiar de opinión, pero no hace falta ponérselo fácil.