Este juego de palabras que decia Capri en su monologo 'De Madrid a Barcelona, en tercera' sigue vigente hoy en día en la línea Barcelona-Puigcerdà, tras casi 50 años.   

El tren que sale a las 6.26 horas de plaza de Catalunya y que tiene prevista su llegada a la capital de la Cerdanya sobre las 9.30 llegó el pasado 13 de septiembre a las 09.50 horas aproximadamente, ya que fue acumulando retrasos en Mollet, La Garriga y Vic, entre otros, amén de la reducción de velocidad en el tramo La Molina-Alp.

Total, que para este viaje tardamos más que para ir a Madrid o prácticamente lo mismo que a Valencia, sin que nadie se haga responsable. Y a eso hay que añadir que los 24 euros que cuesta el billete de ida y vuelta no se justifica, ya que entre otras deficiencias solo hay un lavabo para todo el convoy y no cumple ninguna normativa de sanidad (papel higiénico, limpieza...).

¿Mejoraría en algo este servicio en caso de ser gestionado por la Generalitat, como se ha reclamado infinidad de veces? La respuesta es que no se puede juzgar porque no ha ocurrido. Lo que sí es cierto es que, ante situaciones como esta, la ciudadanía debería rebelarse. Pero como la alternativa es un autocar de ALSA que tarda más o menos lo mismo... de Guatemala a Guatepeor.