Un Parlament que no legisla, un Govern que no gobierna, empresas que huyen, el paro que aumenta, el PIB que se reduce, inversiones que disminuyen, empresas que se marchan a miles, una estructura policial al servicio del régimen adoctrinador, escuelas públicas sin profesores, hospitales sin camas, carreteras cortadas, chavales que 'juegan' a la kale borroka, coches incendiados.
Entretots
Padres que huyen de sus domicilios con sus hijos en brazos, un aeropuerto destrozado, contenedores ardiendo, barricadas, cargas policiales, huelgas políticas (que legalmente están prohibidas), comidas familiares rotas en dos bandos, agresiones físicas al diferente, amigos que dejan de serlo, miradas furtivas, lazos de todos los colores, ciudades engalanadas de banderas de unos y otro bando, paredes pintadas y repintadas, tensiones acumuladas...
¿Para todo esto ha servido el llamado 'procés'? ¿De todo tiene la culpa el Estado opresor? ¿Algo de autocrítica? Si algún día se supera todo esto, que espero que sí por el bien de mi tierra y el futuro de mis hijos, no lo veremos, pues se tardará varias generaciones en superar este odio visceral entre aquéllos a los que, no hace mucho, nos daba lo mismo el idioma en que habláramos o de qué equipo fueras.