Contra todo pronóstico, según muchos medios, Pedro Sánchez ha ganado holgadamente las primarias del PSOE con más de 10 puntos de ventaja sobre Susana Díaz.
Entretots
Los barones territoriales, el aparato del partido, la gestora, la vieja guardia y la propia Susana Díaz -candidata oficialista- han quedado retratados. Igual que algunos grandes grupos de comunicación, que abogan por la continuidad del 'establishment' para que nada cambie.
Pedro Sánchez, después de ser defenestrado como anterior secretario general hace unos meses, ha resurgido de sus cenizas con casi todo el viento en contra. Pero una mayoría de los militantes ha hablado alto y claro. Ha puesto sobre la mesa el giro que ha de dar el partido y el proyecto de país que la mayor parte de los ciudadanos requerimos, y la obligación de desbancar del gobierno al corrupto PP de Rajoy cuanto antes sea posible en lugar de sostenerlo con pinzas.
A la militancia de base no se le puede engañar, lo cual ha quedado absolutamente constatado.
Más de un barón llegó a manifestar días antes del sufragio que abandonaría el partido si ganaba Pedro Sánchez. Pues llegó la hora de la verdad. A partir de ahora veremos quienes aceptan y quienes no el resultado democrático de las primarias, quienes arriman el hombro y quienes no para recomponer el partido y hacerlo un claro candidato a gobernar, y quienes seguirán y apoyarán al nuevo líder (que repite) a diferencia de lo ocurrido en la anterior ocasión. Todo el PSOE ha de remar en la misma dirección de manera que no vuelva a repetirse el nefasto espectáculo exhibido en el pasado reciente, y evitar la fractura de la formación.