En el terrible caso de las violaciones sufridas por Gisèle P., me parece inconcebible e indignante que las imágenes que vemos en todos los medios muestren el rostro de la víctima, mientras los agresores permanecen en el anonimato.
Entretots
Es fundamental que los medios de comunicación reconsideren su enfoque y den prioridad a la protección de las víctimas. Las imágenes y nombres de los agresores deben ser los que se difundan, no los de quienes han sufrido tanto. La exposición de las víctimas solo añade más dolor y sufrimiento a su ya traumática experiencia.
Las víctimas deben recibir el respeto y la privacidad que merecen.