El transporte público en Barcelona es una asignatura pendiente que se debe resolver en las administraciones públicas. En concreto el precio excesivo en contraposición al servicio.
Entretots
Una T-10 de una zona vale 10,20 euros. Hubo un tiempo en el que la misma tarjeta polivalente en el área metropolitana de Barcelona para diferentes transportes tenía un coste mucho más bajo, pero con la llegada de la crisis subieron los precios en la aplicación de los recortes presupuestarios.
Sin embargo, el servicio ha empeorado, rara es la vez que no haya averías, retrasos, cortes de líneas u otros, es decir, pagamos más por menos, por no hablar del retraso de la implementación de la T-mobilitat. Lo dicho: una asignatura pendiente.