"Illa deja en manos del MNAC cómo cumplir la sentencia de Sijena sin que se dañen las obras. "Simplemente, no es viable -lo dicen los técnicos- o el riesgo es inasumible". No se puede hacer una tortilla sin romper los huevos.

Señor Illa, deje el sosiego a un lado y mójese de una vez. Nadar y guardar la ropa no es la solución. Esas pinturas no son de aragoneses ni de catalanes, son patrimonio mundial y su pérdida sería un desastre global.

¿Quién se haría responsable? ¿El juez que dictó la sentencia, el Gobierno de Aragón, el Govern de Catalunya, o quizá el Gobierno de España? Sería, como dice el refrán: "Entre todos la mataron y ella sola se murió".

Por la ignorancia culpable de unos, la vileza retorcida de otros y la inacción cómplice de los demás puede pasar un auténtico desastre: sería la crónica de una muerte anunciada.