Leyendo la noticia del accidente ocurrido en el paseo de Fabra i Puig, en el que el conductor perdió el control y atropelló a siete personas, y parece ser que ahora no está tan claro que pudiera haber sido un problema de salud del conductor, habría que hacer una reflexión.

A ciertas edades, los reflejos disminuyen, la capacidad de reacción aumenta, las órdenes del cerebro pueden ser confusas, etc... Las revisiones médicas que se hacen para renovar el carnet son un puro trámite y dejan mucho que desear en temas de seguridad.

Por lo tanto, una primera medida sería pasar unas pruebas mucho más exigentes y también empezar a pensar en poner una edad límite para conducir, como ocurre en otros países. Cuando se trata de seguridad, con vidas en juego incluidas, no deberíamos escatimar en legislar más duramente.