Si el enrocamiento de Pedro Sánchez forma parte de una táctica para poner a todos los actores en situación y sumar voluntades, objetivo cumplido.
Entretots
Tiene a Pablo Iglesias aceptando lo que le parecía poco en julio y con un sector importante de su confluencia pidiendo que apoye sin nada a cambio.
Tiene a Ciudadanos desangrándose por el empecinamiento de Albert Rivera de competir con su adversario (PSOE) desde la oposición en vez de desde el poder, uniéndose a su enemigo (PP), y dando cobertura a la extrema derecha -que a buen seguro le pasará factura electoral-.
El PP bastante tiene con huir de su sombra corrupta que le persigue y quita el sueño a Pablo Casado, que después de haber mantenido y conquistado plazas importantes, necesita tiempo para consolidarse y que pase el huracán.
La mayoría del nacionalismo catalán y la totalidad del vasco, deseando que haya gobierno y no se repitan elecciones.
Asombrosamante, tiene a actores mediáticos apoyando el acuerdo con UP, Felipe González, su corte y los tertulianos de la derecha como Marhuenda.
Pocas veces una decisión política ha tenido tanta corresponsabilidad: Sánchez siempre tiene el comodín de elecciones si el gobierno de coalición no funciona.
Me temo que el electorado de izquierdas pasará factura quedándose en casa si hay nuevas elecciones.