No es sorpresa que, aunque las pastillas anticonceptivas sean beneficiosas para la prevención de un embarazo no deseado, tienen muchos efectos secundarios a tener en cuenta. Cada cuerpo es diferente y es por eso que hay que considerar todos los aspectos negativos posibles para no llevarnos ninguna sorpresa después de escoger este método.

Náuseas, alteraciones en el peso y en el estado de ánimo, sensibilidad en los senos, cefaleas o cambios en la líbido son algunos de los efectos secundarios de las pastillas anticonceptivas, en función de la persona, la marca o la dosis.

Es relevante informar que dichas pastillas no protegen contra las enfermedades de transmisión sexual (ETS), por lo que es importante usar preservativos además de tomarlas.

Por último, es imprescindible ser regular y tomar las pastillas anticonceptivas de manera constante y a la misma hora todos los días, pues tomarla irregularmente puede disminuir su eficacia.

Es esencial, por tanto, estar informados y hablar con profesionales para tomar una decisión sobre el método más adecuado para cada mujer y cada cuerpo.