Quiero comentar las palabras de la diputada de la CUP, Laure Vega, en el Parlament, sobre los actos vandálicos en la localidad de Salt. Tras felicitar a los vándalos que se dedicaron a quemar contenedores y enfrentarse a los Mossos, dijo que "apedrear a los Mossos y quemar contenedores es un rasgo cultural propio".

Esto que ha dicho, que parece que ha pasado inadvertido para muchas personas, a mí me ha helado la sangre, y más viniendo de una diputada de un partido democrático, en la sede donde se representa a todos los catalanes. Justificar la violencia según ideología o causas que uno considera "justas", a mi modo de ver, nos retrotrae a los peores momentos que ha sufrido la civilización en el pasado siglo XX, con el auge de diferentes tipos de totalitarismos.

Creo que nos había quedado a todos claro que la violencia no lleva a ninguna parte. Tan solo engendra más violencia. Ahora que han pasado casi ocho años de los hechos del 'procés', recuerdo a la periodista Cristina Pardo preguntándole a otra diputada de la CUP, Anna Gabriel, que qué pasaría si la otra mitad del Parlament, la que estaba en contra del referéndum, se alzaba y no acataba el resultado de dicho referéndum ilegal sobre la otra que se había impuesto por la fuerza en el Parlament.

Las palabras de Laure Vega en la sede de la soberanía de todos los catalanes aplaudiendo y reivindicando la violencia en pos de ciertas ideas y creencias en una causa justa, nos deberían inquietar, y recordar que cosas como esta pueden provocar la antesala de situaciones que ya se han vivido en épocas oscuras de nuestro país. Ya que estamos con la Memoria histórica.