Con motivo de los actos del día 12 de octubre he podido constatar que el 'homo hispanicus' se manifiesta en dos subespecies notables: los que sacan pecho por demostrar en quién es más español y los que sacan pecho por demostrar quién es menos español. Tanta emoción me supera, lo admito, y comienzo a considerarme como un bicho raro en vías de extinción, uno de esos que se preguntan si es tan difícil ser normal.

A fin de apuntalar criterios emocionales se ha podido comprobar, sin sonrojo por parte de quienes se destacaron, como unos analfabetos pretenden reescribir la historia, con o sin h, a su gusto y medida. Por otro lado, la casta autorizada, adláteres y aspirantes en general han dado la nota apresurándose a exhibir toda la quincalla posible no vaya a ser que les tachen de tibios.

Daría risa, y reconozco que en privado me parto, si no fuera porque cuando a los menores se les deja jugar con fósforos y nadie les regaña pueden incluso quemar un bosque.