Durante las vacaciones escolares y fines de semana, mi madre, que se llamaba María Valiente, nos llevaba a mi hermana Fermina y a un servidor a la masía de mis tíos, Manuel y Josefa, en la Torre de Claramunt (Barcelona). En la masía labraban la tierra y criaban animales. Ayudaba a ordeñar las cabras y acompañaba a mi tía Josefa a la Torre de Claramunt a vender la leche. Por la tarde, acompañaba a mis primos, José Manuel y Lorenzo, a pastar el rebaño de cabras.
Entretots
Al lado de la masía, la mula Voluntaria daba vueltas arrastrando el trillo. Recuerdo un día (tendría unos 7 años) en que la mula Voluntaria se escapó; mi tío Manuel fue a buscarla con una vara. Al cabo de varias horas regresó con ella. Me encontraba sentado frente al fuego, nervioso, con estremecimientos, y notaba malestar en el estómago hasta que regresó con Voluntaria. Antes de marchar, mi tío Manuel siempre me regalaba varios conejos, que cuidaba en el balcón, en el barrio de La Verneda.
De visita al Museo Hidroeléctrico de Capdella (Lérida), me llama la atención las fotos en blanco y negro. Fue muy importante (y nada reconocido) el trabajo de las mulas; tirando de las vagonetas en la construcción de la primera central hidroeléctrica de Catalunya. En el campo eran tractor de día, y coche de noche. La historiadora del Museo del Raiers en la Pobla de Segur; Concepción Maluquer, no explica la contribución de las mulas en el arrastre de los troncos hasta el rio.
Animo a las poblaciones en que las mulas han contribuido con su 'trabajo silencioso' en las tareas del campo o las minas que tengan un reconocimiento o escultura para que no se borren de la memoria colectiva. La mula hembra y el mulo macho son producto del cruzamiento entre una yegua y un burro. Ovidio Osorio, criador de mulas, dijo: "La gente que dice que las mulas son tercas es que no han convivido con ellas o no han sabido entenderlas. La mula, cuando hay un paso malo no continúa aunque le hinquen las espuelas, porque sabe que su vida está en peligro".
Sin su caballo Rocinante, el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha no hubiera podido recorrer La Mancha en busca de aventuras. Rocinante, es considerado por su amo como “un buen caballero andante”. Existe una perfecta comunión entre Don Quijote, su caballo; y Sancho Panza, su escudero.